Kim Kardashian es una grande. Ya no solo porque muchos consideren que de tamaño está grandecilla (yo creo que es más mujer que muchas otras esmirriadas y tísicas), sino porque le da igual ir enseñando media teta por la calle. Ni se inmuta oye. Y mirad que a más de una nos habría dado un montón de vergüenza que se nos hubiera roto el tirante de la camiseta en pleno paseo matutino.
De todas maneras, es normal que no se escandalice mucho por ir enseñando el sujetador a todo el mundo, ya que ella ha posado con y sin él en más de una ocasión. Si adora su cuerpo, y cada curva de su ondulada figura es fruto de la devoción de muchos, pues bienvenido sea un pecho fuera de vez en cuando.
El descuido con el sujetador de Kim Kardashian se arregló tranquilamente, con una cogida de teta y vuelta a su sitio. La chica, que quería escaparse a tomar el aire, porque siente demasiada presión ahí dentro, más vistiéndose de negro con el calor que hace.
Lo que me habría encantado es ver la cara de la gente con la que se encontró por la calle y le vio la puntilla de la ropa interior. A algunos les habrá alegrado la vista y más de uno se habrá escandalizado, pero gracias a ese infraganti, Kim Kardashian cumplió su cota de escándalos del día.
Otra historia es si lo hizo queriendo, como tributo a Madonna por su pecho fuera en pleno concierto. A eso aún Kim no ha llegado, pero tiempo al tiempo. Poco le importaría a ella que le viéramos un encanto femenino en plena calle.
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