Si el otro día le preguntábamos a Jennifer Aniston que a dónde iba con semejante anillo de compromiso (sí, la soltera de oro de Hollywood ya está a puntito de pisar el altar si todo va bien), ahora le podríamos decir que a dónde va con semejante escote. Y es que mirad qué descocada acudió la actriz al evento de LACMA.
Aunque ella no fue la única buena moza que acudió a la fiesta (muchísimos bellezones pasaron por allí, después os lo relato), Jennifer fue la que más furor causó presumiendo de canalillo allá por donde pasase. Ni un centímetro se movieron de su sitio oye, y eso que los paparazzi le lanzaron miles de miradas con ultrasonidos para que se deslizara la telita un poco y fotografiar un descuido chachi, pero no pasó, para alegría de Aniston.
Feliz y radiante está la eterna Rachel. Y ahora que están reponiendo (por milésima vez) la serie Friends podemos cerciorarnos de que parece que no envejece nunca. Jennifer Aniston siempre está igual. Bueno, cada día incluso más guapa que el anterior. Preciosa. Divina de la muerte, en serio.
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