Aquí tenemos a Nicole Richie disfrutando de las playas de South Beach, en Miami.
Hace tiempo que no sabíamos mucho de ella, y gracias a ello hemos podido ver el cambio espectacular de la rubia. A sus 30 años parece haber encontrado la paz que tanto tiempo le ha costado tener. Eso sí, sólo ha necesitado tener dos hijos, ser detenida un par de veces por conducir borracha y entrar a un centro de rehabilitación.
Siempre ha habido rumores de su supuesta anorexia, y hace años nos enseñaba un cuerpo que no tiene nada que ver con el que le vemos ahora. Esquelética, ojerosa, con los ojos hundidos… daba realmente pena. Pero mirad lo fructuosos que han sido los esfuerzos para que Nicole se dejara de tonterías y empezara a cuidarse y a comer bien: pedazo de cuerpazo que se le ha quedado ahora.
Eso sí, sigue teniendo los ojos hundiditos, pero eso es porque ella es así. Nunca la he visto particularmente atractiva, así que los planos de su trasero en bikini creo que son de lo mejor que hay. Parece que tenía problemas con la parte inferior… la verdad es que suele ser un incordio, y acomodártela queda poco fino, pero a veces es sumamente necesario por el dolor que provoca.
El cambio físico le viene de la mano de novedades laborales, ya que se encuentra preparando un TV show relacionado con la moda. No es que haya expectativas de que sea un exitazo, pero seguro que encuentra su público. Al menos ahora ganará seguidores, que con eso de que ha ganado unos kilitos, se le han puesto unas curvas de lo más monas y deseables. Ahora sí da gusto verla en bikini.
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