Ella está enamoradísima de Kanye West, y por eso parece que el mundo le da lo mismo, y cuando pasan esas cosas acabamos viendo momentos como este, Kim Kardashian saliendo del gimnasio en Los Ángeles con unas mallas dignas de comentar.
Y es que las mallas que se ha colocado la Kardashian más fashion de la familia, especiales para montar en bici, son de lo más indiscretas, casi transparentes del todo y muy ajustadas, como todas las mallas, claro, pero probablemente demasiado para la figura de Kim que ya en sí misma es exagerada.
¿Hay necesidad de esto? ¿No se puede poner una camiseta un poco más larga o un pantalón con otra forma? Esto nos hace pensar que es que a ella le gusta que le vean las curvas así, de forma rotunda.
No me gusta. Una cosa es ser Sofía Vergara y llevar leggins transparentes y otra ser Kim Kardashian y asustarnos con estas pintas.
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